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viernes, 10 de julio de 2015

Fontinalis

Estos días pasados me escapé al Pirineo para tener unas jornadas intensivas de pesca, que os relataré en ésta y sucesivas entradas. No podría haber elegido mejores días para subir, ya que en Zaragoza se han alcanzado valores de auténtico récord de temperatura. Allí arriba también hacía mucho calor, más de lo normal, pero metido en aguas heladas con los transpirables todo es más llevadero.


Nada más llegar, el lunes por la tarde, mi objetivo eran aguas verdaderamente heladas. Visité un río cuyas aguas acaban prácticamente de nacer, y es que mientras pescas ves el helero del que surgen. Su transparencia es casi increíble, permitiendo reconocer perfectamente su lecho de guijarros graníticos.


La composición del fondo lo convierte en un mosaico casi ajedrezado, son los blancos y los negros los colores que predominan. La librea de estos peces es ideal para camuflarse en este escenario, como podéis comprobar en la fotografía de la primera captura. Por eso la pesca a pez visto era casi un imposible, y tocaba hacerlo "al agua". Para ello confié en un saltamontes hecho en foam: vistoso y muy flotante; a estas altitudes hay que pescar sin complejos, y en un río rodeado de pradera no es tan descabellado.



Los salvelinos me dieron un rato de lo más entretenido. Es increíble la picada tan franca que tienen ¡vaya voracidad! Y qué decir de la pelea, trufada de saltos y acrobacias intentando escapar. Es más, unos cuantos consiguieron destrabarse del anzuelo en los primeros instantes gracias a esa estrategia. Son unos peces muy deportivos, la lástima es que no deberían estar allí puesto que son una especie exótica que puede desplazar a la fauna autóctona. No sé quién los introduciría allí, y vete tú a saber con qué interés. Pero bueno, ya que el daño está hecho, lo que toca es disfrutar de su presencia de la mejor manera posible.

 
Además el marco es incomparable. Generalmente (sobre todo en agosto) está abarrotado, parece Times Square en nochevieja. Pero al visitarlo en julio y a última hora de la tarde me permitió disfrutarlo en total tranquilidad.

7 comentarios:

  1. Hola Jorge, bonita entrada. Nunca he pescado salvelinos, y tengo ganas. Pescar salmónidos con saltamontes de foam no es nada descabellado, solo hay que ver como pescan en Chile a las grandes truchas. Debe de ser una pasada ver la picada de estos peces tan voraces. Un saludo

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    1. Tienes que probarlos Carlos, la pelea es una pasada a pesar de que no eran muy grandes.Un saludo

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  2. Que pasada de imágenes. Me traen un montón de recuerdos de verano pasado cuando estuve por Huesca. A ver si vuelvo pronto y puedo esta vez tentar a los salvelinos. Un abrazo

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    1. Ya sabes, vuelve en cuanto puedas que esta tierra es maravillosa. Pero tampoco te creas que hay tantos salvelinos, afortunadamente están limitados a unos pocos enclaves. Saludos

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  3. Enhorabuena Jorge por ese jornada, compañeros que los han pescado dicen lo mismo, son muy voraces y luchadores. Tenemos la asignatura pendiente de ir a ellos y no los tenemos demasiado lejos, en Gredos hay un coto, a ver si cuadra un año de estos,

    saludos!

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    1. Sí Mario, son todo saltos y volteretas en cuanto se sienten trabados. Una pasada que merece la pena experimentar. Un saludo

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