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martes, 25 de septiembre de 2012

Tiempo de hormigas

Ya llega ha llegado el otoño y, por fin, parece que llegan las lluvias. Y esa combinación de factores se traduce en una cosa: grandes cantidades de hormigas revoloteando por el aire mientras los barbos esperan en el agua comiendo con avidez aquellas que tienen un mal aterrizaje. Por eso hoy os traigo el mi montaje de este maravilloso insecto cuya aparición tiene ese efecto mágico en nuestros amigos los bigotudos.


He querido conseguir un montaje relativamente realista que sea fácil de localizar, dado que los días de lluvias y tormentas no son precisamente muy luminosos. El foam que forma el cuerpo asegura la flotabilidad, mientras que las alas de flashabou añade unos brillos que buscan llamar la atención de los peces. La visibilidad, además de con los brillos de las alas, se consigue gracias al señalizador amarillo.


Anzuelo: TMC 2487 o similar
Hilo de montaje: negro
Cuerpo: foam negro
Abdomen: chironomid braid negro
Señalizador: foam amarillo
Alas: flashabou "natural"
Patas: pelo de ciervo negro


Fijamos el hilo de montaje al anzuelo y lo llevamos hacia el final del mismo. Preparamos el foam cortando una tira del ancho adecuado recortamos un extremo en punta para facilitar su atado al anzuelo.
 

Atamos la tira de foam hacia atrás y fijamos el chirnomid braid, que enrollaremos hasta más o menos la mitad del anzuelo dando cuerpo y brillos al abdomen.


Formamos el abdomen abatiendo la tira de foam sobre el chironomid braid y damos unas vueltas de hilo para imitar la "cinturilla" de la hormiga.


Atamos las alas en este punto y sobre ellas el señalizador. Para una mayor solidez y evitar perder las fibras de flashabou, recomiendo aplicar una gotita de cianocrilato.


Para imitar las patas atamos un mechón de pelo de ciervo dando pasadas en cruz.

  Abatimos de nuevo la tira, esta vez sobre las patas de ciervo, y la atamos justo detrás de la anilla del anzuelo para formar el tórax de la mosca.


  Ya solo nos queda hacer el nudo final, cortar el ciervo a la longitud adecuada y cortar el sobrante de foam para formar la cabeza.

Como he dicho en la introducción, esta imitación me ha dado buenos resultado sobretodo en los días lluviosos de octubre. Incluso mi primer barbo capturado a mosca sucumbió a esta mosca. Eso sí, hay que asegurarse de que va a llover, que sino nos puede pasar como me pasó a mí este domingo.


Si bien parecía amenazar tormenta, al final no llovíó y no hubo ni rastro de hormigas y mucho menos de la frenética actividad en superficie que suele acompañar sus eclosiones. Si a eso añadimos que nubes sí había complicando sobremanera la localización de los peces podéis imaginar que la tarde no fue precisamente coser y cantar. Además, para colmo y como podéis ver en la foto inferior, el agua estaba realmente tomada dificultando muchísimo la detección de la picada, así que me comí un bolo de los que hacen época. La única picada que tuve a un San Juan worm la fallé clavando demasiado tarde.


Habrá que volver a probar el fin de semana tras las lluvias que dicen vienen los próximos días. Esperemos que sean las primeras de una temporada de copiosas lluvias que es lo que realmente hace falta para paliar esta dramática sequía que vivimos.

Saludos y ¡buena pesca!


viernes, 14 de septiembre de 2012

Catch & release

A mí, como a todos los pescadores que tienen una mínima concienciación por el cuidado del medio en el que desarrollan su pasión y por los peces que les brindan las magníficas sensaciones vividas cada jornada, siempre me ha preocupado la efectividad de la captura y suelta. En los dos últimos números (49 y 50) de la fantástica revista Dánica han aparecido publicados sendos artículos sobre su efectividad en truchas. En ellos queda claro que si bien soltar los peces es una buena manera de conservar las poblaciones piscícolas, otros factores ligados a la manipulación de los peces por parte de los pescadores o la conservación de los ríos también son determinantes.

En cuanto a la pesca de ciprínidos, que es la que más practico en los últimos años, no he leído nada porque nada he encontrado. También diré que no he realizado ninguna búsqueda exhaustiva al respecto. Por ello me limito a seguir en lo posible lo recomendado para las truchas (podéis ver un buen ejemplo pinchando aquí)


Pues bien, para mi consuelo os diré que recientemente he podido constatar que no lo hago tan mal. Aquí debajo podéis ver un par de fotos de las carpas cornudas tomadas en sendas jornadas separadas por un mes: una es de principios de agosto y la otra de finales del mismo mes.



Tras mucho revisarlas en búsqueda de alguna pista que me guiase hacia el origen de las curiosas protuberancias me di cuenta de que no era una característica común a dos carpas sino que ¡se trataba de la misma carpa! Aquí debajo podréis ver otra vez las fotos, esta vez con algunas "escamas clave" señaladas (el mismo color para la misma escama)


Es la primera vez que tengo constancia de haber pescado dos veces el mismo ejemplar, y de verdad que no sé si sabéis la paz de conciencia que eso me dio. A ver si hay suerte y me vuelvo a cruzar con este ejemplar que he bautizado como "Triceratops" en honor al célebre dinosaurio.

Saludos, buena pesca y ¡captura y suelta!

jueves, 6 de septiembre de 2012

Carpas cornudas

Hace poco volví a la casa de Sir Arthur. Sentí encontrarla totalmente irreconocible. Kilómetros de tierra vuelven ahora a ver la luz que les fue robada hace años, cuando una presa se puso en medio del natural discurrir del río.


Pero aquella vega fértil ya no es la misma. Los chopos que flanqueaban los caminos y riberas hace años que perdieron sus ramas y quedaron reducidos a un fantasmagórico tronco. Irónicamente la lámina de agua impide el desarrollo de vegetación que retenga la humedad, y al verse expuesta al sol la tierra se encoge y agrieta. Cada vez que veo estas cicatrices en el suelo se me parte el alma en dos, porque ellas son el reflejo de la grave situación de sequía que padecemos.


No disfruto tanto pescando en esas aguas confinadas, calientes y sucias. Algunos cadáveres cubiertos por escamas doradas jalonan las orillas recordándome, por si acaso lo olvidaba, que esa elevada temperatura y la putrefacción de tanta alga provoca que el oxígeno sea un bien escaso y cada vez más codiciado por los peces.

Pero uno no puede detener el reflejo de lanzar hacia esos peces hociqueando la orilla una vez que los ha visto, y menos después de acercarse hasta aquí. Por ello decidí volver a probar al "Krusty Krab", a "Lauri" y a "Guppy" (a ésta todavía no la conocéis) y me propuse acortar al mínimo la pelea y reducir la manipulación extremando el cuidado en la recuperación. Sólo así puedo tranquilizar un poco la conciencia y seguir pescando.

Las moscas funcionan. Y me permitieron acercar algunos ejemplares de potentes carpas. Es increíble como luchan incluso con el calor reinante ese día. El primero de ellos, un ejemplar de 3 o 4 kilos, me sorprendió al observar su cabeza. Mostraba, sobresaliendo del perfil general de su frente, tres protuberancias. Una carpa con tres cuernos.


En un primer momento me sorprendió en gran medida. Me pareció algo insólito, único. Pero al cabo de un rato buceando en la memoria caí en la cuenta de que ya había visto unos cuernos así. Claro, fue el día que Laura me acompañó a pescar y no me fijé demasiado en ello. Gracias a que ella hizo de fotógrafa de excepción para todas las capturas de aquel día y al volver a casa pude confirmarlo. ¡Ya había pescado otra carpa con cuernos!


Ahora viene la pregunta clave. ¿Alguien ha visto alguna vez carpas con estos particulares atributos? Mejor aún ¿alguien sabe por qué aparecen? Soy todo oídos.

¡Saludos y buena pesca!