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sábado, 17 de agosto de 2013

Mundo anfibio

En mi última entrada os contaba cómo los piscardos han acabado con uno de mis paraísos (cuando de pescar truchas se trata) Soy consciente de que ésta es una visión totalmente sesgada u subjetiva. Porque en ese ibón tan alienígenas son los piscardos como las truchas. Si los piscardos han acabado (al menos eso parece) con las truchas, éstas acabaron con numerosas especies autóctonas cuando fueron introducidas en estos ambientes.


Unos días después de visitar el "paraíso perdido" mi afán exploratorio me llevó al ibón que podéis ver en la imagen superior. Salta a la vista que la belleza del enclave bien valía el esfuerzo que lleva subir hasta aquí. Eso sí, desgraciadamente ni una sola trucha movía sus aletas en estas aguas. Desgraciadamente para mí, que subí con la intención de pescar alguna de ellas, pero afortunadamente para la fauna autóctona. Y es que el ibón hervía de vida, de vida anfibia. Los tritones pirenaicos (Calotriton asper) eran los reyes de este lago donde tambíén se podían ver pequeñas ranas bermejas (Rana temporaria) y unos grandes renacuajos negros que no he podido clasificar (se agradece cualquier aportación)




Ésta es la fauna natural de los humedales elevados del Pirineo. Una fauna en peligro por muchos factores, uno de ellos la introducción de la trucha en su hábitat. Por eso, aunque no pescase, esta vez volví a casa contento de no haber visto ni un solo pez.

Saludos y buena pesca

4 comentarios:

  1. Todas las introducciones de especies foráneas, tienen su repercusión. Desde la desaparición de fauna y flora, hasta el cambio de hábitos de sus moradores.
    Menos mal que aún quedan zonas ajenas a estas intervenciones humanas.

    Saludos

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    1. Sí, aunque no hubiera truchas, fue un placer encontrarme con esa fauna intacta y en un marco tan bonito. Un saludo

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  2. Interesante entrada, muchos se sorprenderán por tu catalogación de "alienígena" de la trucha en estos ibones, pero mucha razón si tienes. Ya que seguro que la fauna local de estos ibones ha sido afectado por la trucha. Pero bueno actualmente en el resto de nuestro país hemos de considerar a la trucha como un tesoro a cuidar.
    un saludo

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    1. Pues sí Carlos, a muchos les extrañará, pero es cierto. Y es que si no es por la intervención del hombre no habría truchas en la gran mayoría de los ibones pirenaicos, siendo los anfibios los que dominaran. Eso sí, no te falta razón cuando dices que en otros muchos sitios son un tesoro a cuidar. Siempre y cuando estén allí de forma natural. Porque intentar mantener poblaciones a base de cisternazo es, en mi opinión, un despilfarro de dinero y un verdadero delito ecológico (por los desequilibrios poblacionales constantes que provoca)
      Saludos

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